21 de junio de 2013

Yurimaguas y sus microempresarios de la información.


Estuve en Yurimaguas seleccionando un comunicador y la evaluación curricular reveló que los profesionales del medio desarrollan su actividad como productores, periodistas y conductores de programas periodísticos en radio y TV. Todo en uno. Yurimaguas es una ciudad relativamente pequeña y no hay mucho de dónde escoger en cuanto a respaldo económico. Por esto me sorprendió saber que estos colegas convertidos en microempresarios de la información han organizado su vida en torno al resultado económico de sus producciones. 

Preparando una presentación sobre el mensaje, barreras, stakeholders e interacción con los grupos objetivos de JUNTOS en Yurimaguas, hice zapping y pude ver seis telenoticieros entre la 1 y 2 de la tarde. ¿Saturación? No parece. Periodistas locales me dijeron que la misma oferta se da tres veces al día entre las 7 y las 9 de la mañana y entre las 6 y 8 de la noche. Seis días a la semana.  


Los canales son consecutivos. Sería fácil ir de un programa a otro y la volatilidad de la audiencia afectaría el financiamiento del programa. Del telenoticiero, el arrendatario-productor-periodista-conductor; paga el espacio, 2-3 periodistas, movilidad y demás gastos generados por un programa de televisión.

Además, en Yurimaguas abundan las emisoras y se calcula que entre todas ofrecen hasta 30 noticieros radiales. Es evidente que los periodistas de radio y TV sienten la presión por conseguir anunciantes y mantener audiencia y, parece, han encontrado cómo mantenerse en antena. Están en el aire hace años.

Dos ideas para un intento de explicación:


1-     Los programas comparten la audiencia presentando contenidos similares. A la audiencia le resultaría igual ver uno u otro programa o escuchar un noticiero.
2-     Los productores han minimizado al máximo los costos programas.

Lo averiguaré en el próximo viaje. Por ahora, me alegro por los tenaces microempresarios de la información de Yurimaguas.

Alejandro Reyes Otero.




8 de abril de 2013

Tez clara en los medios.


Hace dos semanas la Universidad Telesup publicó un aviso solicitando personal y señalaba como requisito que los postulantes debían tener tez clara. Como debía ser, la universidad y sobre todo su promotor, el congresista Luna Gálvez, fueron duramente criticados por los medios. Siendo el Perú un país mestizo, resulta inaceptable este tipo de discriminación.   
Sin embargo, la discriminación convive en la ciudad sin provocar tan furibundas reacciones, ni siquiera parecidas. Requisito igualmente discriminatorio es ese que pide "buena presencia". ¿Quiénes tienen  buena presencia?, cuántas personas, posiblemente muy bien capacitadas, no se presentan a concursos al conocer ese gaseoso y discriminador requisito? Lo bueno es que cada vez aparece menos.  
La evidencia nos lleva a pensar que el criticado requisito de tez clara tiene una sutil omnipresencia. La televisión que vemos cada día, nos muestra tandas completas de comerciales en los que aparecen personas de tez clara. Pienso en el de un aceite, donde la protagonista es una linda bebé de tez clara. Otro comercial, el de un detergente, gira en torno a un polo muy querido por un niño que, al igual que sus amigos en el comercial, tiene tez clara.
¿ Esto se aprecia solo en los comerciales? No, de hecho no. La semana pasada, en el interesante programa 100 Peruanos Dicen, los ocho participantes eran.....de tez clara.
Los medios impresos, incluyendo diarios, revistas y vallas publicitarias, muestran similar tendencia. ¿Han visto los avisos de Ripley con su modelo rubia?, ¿qué color de tez tienen los protagonistas del comercial de Seguros Falabella? 
Si tenemos presente que el porcentaje de personas de raza blanca es minoritario en el Perú, podríamos concluir que los protagonistas de estos y otros comerciales, habrían sido elegidos aplicando, consciente o inconscientemente, el criterio de tez clara.
¿Hay otras maneras más directas de discriminar que no son suficientemente combatidas por los medios ni por las autoridades?, ¿ En verdad en Asia, a las empleadas no se les permite bañarse antes de las 6 de la tarde?, ¿De veras siempre tienen que llevar su uniforme blanco cuando están en la playa?    
La discriminación es una práctica negativa en sí misma y aceptando esto, quizá deberíamos hacernos algunas preguntas poco usuales: ¿en verdad este tipo de prácticas en los medios revela desprecio por  las personas  o solamente es una estrategia comercial y publicitaria?, ¿existe impacto comercial positivo al emplear modelos de tez clara?, ¿son más vistos los programas donde solo aparecen bonitos y bonitas?; Y si fuese así, ¿como sociedad estamos dispuestos a aceptarlas?. Y si no, ¿qué hemos hecho para erradicarlas? 
Más importante es saber si en algún segmento de la industria de las comunicaciones masivas existe, soterrada e inconscientemente este tipo de prácticas como herramienta de trabajo y si su aparición en medios promueve la discriminación y el racismo o limita la movilidad social de las personas. 
Marketeros  e investigadores podrían responder con sustento a estas interrogantes pero sería muy penoso que la crítica al aviso de "tez clara" se haya hecho solo como cierre de la campaña electoral antirrevocadora. El rechazo a la discriminación y sus manifestaciones debe ser una actitud principista y por lo tanto, permanente.