17 de octubre de 2008

Caretas y sus fotos desatadas.


En su edición 2049 Caretas incluye el reportaje Guerra Desatada. La información es buena pero las fotos dan que hablar. La foto que abre el reportaje es chocante, por decir lo menos. Los lectores no necesitamos que nos muestren, en primer plano, fotos de un joven asesinado por los terroristas. Menos aun, si la foto muestra que dicho joven terminó con el ojo reventado.


¿El editor de fotografía y los directivos de la revista se han puesto a pensar en el inmeno dolor que pueden haberle causado a sus familiares?; se han puesto a pensar que muchos padres y jóvenes verán el servicio militar voluntario como algo peligroso y rechazable?


En las páginas 54 y 55, Caretas publica cinco fotos más y una de ellas, resulta igualmente chocante. Es innecesario que Caretas publique en primer plano, la foto de la cabeza de un joven que fue rematado por los terroristas con un disparo en la cabeza.


Ninguna de las fotos que comento resulta necesaria, no entregan información visual que enriquezca el reportaje o que ayude al lector a comprender mejor lo que ocurrió. Los peruanos, la mayoría de nosotros por lo menos, reconocemos cuán sanguinarios pueden ser los terroristas, sabemos cuán violentos son sus ataques. Fotos así no nos revelan la violencia de los hechos ni las difíciles condiciones que enfrentan nuestros compatriotas militares para vencer a los terroristas. Nosotros lo sabemos. Esas fotos son innecesariamente chocantes.


Chocante también es la forma como la revista usa la foto del general EP. Luis Cornejo en la página 55. En medio de fotos dramáticas y junto a una foto grande donde se ven bolsas con cadáveres, Caretas incluye la foto del general sonriente. Todo un contrasentido.


La composición de esa página revela que Caretas no tuvo criterio al diagramarla. Eso está claro. Pero algunas personas podrían aprovechar la composición para decir que al general no le importan las víctimas de ese ataque. Caretas erró de cabo a rabo al publicar la foto de un general sonriente junto a fotos de soldados que murieron cumpliendo sus órdenes.


Alejandro Reyes Otero.


Periodismo y principios.


En la primera semana de octubre, la agenda de la mayoría de medios de comunicación fue afectada por el contenido de grabaciones captadas ilícitamente y los periodistas, incluso los más experimentados, la siguieron con dedicación. Sin embargo, la cobertura de este tema deja algunos temas para pensar.

La fragilidad de los principios. Los medios y los periodistas reprodujeron y transcribieron el contenido de grabaciones ilícitamente obtenidas afirmando que estaban combatiendo la corrupción. ¿El fin de combatir la corrupción puede justificar el medio empleado para conseguir las grabaciones?
Posible instrumentalización. La cobertura de los medios ha puesto en evidencia cuán necesario y vigente resulta verificar y cuestionar a la fuente. Esto podría haber ayudado a que los medios determinen si quienes interceptaron los teléfonos sin autorización judicial y filtraron la información a los medios, no pretendían usarlos para sus fines. A esto apunta que el chuponeo empezó en febrero y se difundió en septiembre y que las grabaciones aparecieron gradualmente, incrementando la tensión social y política.

Análisis de la información y del contexto. Pienso que los medios pudieron haberse hecho algunas preguntas antes de publicar : si quien chuponeó quería ayudar a combatir la corrupción, porqué no entregó la primera grabación a la fiscalía? Los medios no analizaron este punto o no le dieron mucha importancia.

Ciudadanía al chuponeo? El tiempo transcurrido entre la obtención de las grabaciones y su difusión, deja algunos temas en claro : primero fue el 'chuponeo' y mientras se cometía, se grabaron los indicios de un posible acto de corrupción. A pesar de este contexto, los medios solo destacaron y debatieron sobre el posible acto de corrupción registrado en las grabaciones sin sopesar que puede resultar insignificante comparándolo con la erosión social, económica, política y moral que caerá sobre nosotros si le damos carta de ciudadanía al chuponeo y lo disfrazamos de lucha anticorrupción.

Credibilidad comprometida. Los medios deben pensar que el uso de contenidos y fuentes reñidos con la ley so capa que sirven para combatir la corrupción, puede ser un bumeran que afecte la credibilidad de los ciudadanos de los ciudadanos hacia los medios y con ella, la legitimidad que necesitan para cumplir su función en la sociedad.

Alejandro Reyes Otero

20 de mayo de 2008

La República y la bandera.


Lamentable, por decir lo menos, es el titular del diario La República en su edición del sábado 17 de mayo para manifestar su postura crítica con relación a los acuerdos firmados por los mandatarios que participaron en la V reunión ALC - UE realizada en Lima.

"Saludo a la bandera", titula en la portada de esa edición para expresar que, desde su particular enfoque, los acuerdos no tienen un mecanismo que obligue a los países a materializarlos en sus territorios o a participar en su concreción internacional.

La expresión pasa así a ser sinónimo de algo sin valor y sin peso, de algo que en sí mismo no tiene importancia. Es lícito que La República opine así sobre los acuerdos y su viabilidad pero
para manifestar su posición usó una expresión poco afortunada y peyorativa hacia un símbolo patrio.

Debemos asumir que para los editores de este diario la ceremonia de junio no tiene la menor importancia, excepto, claro, porque le proporcionan material para notas y fotos. Titulando así, estos editores se olvidan y minimizan el arrojo y el sacrificio de miles de peruanos que a lo largo de nuestra historia, encabezaron sus gestas enarbolando nuestra bandera.

La República no es pionera usando esta expresión. Lamentablemente, el uso de esta expresión se da en un contexto sociopolítico que minimiza la importancia de conceptos como patria, patriotismo, territorio y nacionalidad entre otros con relación a fenómenos como la globalización y el comercio electrónico que, según algunos, están rompiendo la idea de frontera nacional. Creemos que ambos conceptos pueden y deben coexistir.

A diferencia de otros personajes que en público o en privado han usado la misma expresión, La República es un diario que genera corrientes de opinión en su legión de seguidores. ¿ Quiere La República que los niños y las personas manifiesten su incredulidad usando esta infeliz expresión ?
Cerraré esta entrada señalando algunas de las muchas formas que pudo usar La República para manifestar su lícita y crítica posición :

* Tono Dubitativo : Acuerdos : ¿ los cumplirán ?
* Tono reiterativo : Acuerdos : más de lo mismo
* Tono inquisitivo : Quién vigilará cumplimiento de los acuerdos ?
* Tono crítico : Acuerdos sin plazo ni mecanismos de cumplimiento.
* Tono irónico : Acuerdos, el papel aguanta todo.

Alejandro Reyes Otero

Los Transformados.

Útiles y entretenidos. Son las primeras palabras que vienen a mi mente cada vez que escucho los episodios de “Los Transformados”, una campaña radial de Backus y Jhonston para promocionar el consumo responsable de alcohol.

Campaña muy útil si tenemos en cuenta el consumo de cerveza en el país y, como señalan los estudios de organizaciones especializadas, el creciente número de jóvenes y adolescentes que consumen alcohol a más temprana edad. Útil también, porque cada día y sobre todo los fines de semana, leemos, vemos o escuchamos las consecuencias de tomar en exceso.

Entretenida porque el mensaje se canaliza de una manera muy lúdica. Nada de sermones, comparaciones, datos estadísticos ni herramientas similares que suelen usarse cuando el mensaje tiene finalidad educativa.

No hay nada de eso aquí, felizmente. Los responsables de la campaña se inspiran en situaciones extremas pero reales que únicamente ocurren cuando se ‘chupa’ hasta la inconsciencia y la caricaturizan para que el mensaje llegue, se escuche y se asimile.
Cada episodio de la serie tiene una pequeña dramatización que caracteriza a un transformado, a quien ha bebido hasta perder el control, los sentidos y el juicio. ¿Quién no se ha encontrado con un bronquerito, un enamorador, un pilotito urbano y tantos otros transformados que reposan en los glub, glub, glub, en los “seco y volteado”, en los “al centro y adentro” y en las inacabables ‘del estribo’.
Todos hemos visto a estos personajes y los reconocemos en los ‘transformados’ de la campaña. El ‘transformado’ siempre cree que tiene todo bajo control pero aislado en su borrachera, no se da cuenta de lo que hace, de cuándo lo hace ni de cómo lo hace. Sobre todo, no percibe lo mal que caen ni el mal rato que hacen pasar a familiares, amigos y amigas, enamorados y enamoradas, esposos y esposas y demás. Este es otro acierto de la campaña. Promueve el consumo responsable diciéndole al ‘transformado’ que friega el momento y la vida a todos los que tuvieron la mala suerte de verlo salir del fondo de la botella. Salud Backus.

Alejandro Reyes Otero.